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Un año muy especial, hay mucha tristeza en el mundo, así que solo voy a agradecer a quienes habitualmente pasan por aquí y leen algo de lo que publico. ¡Muchas bendiciones para todos!
Este año comparto un tributo a los viejos del mundo, esos que se ha llevado el covid y que eran parte de nuestras raíces, forjadores de sueños, fundadores de pueblos, abuelos, por sobre todo abuelos y padres que han partido solos, sin nadie que fuese testigo del último abrazo, del último beso.

Se helaron las manos cruzadas sobre todos los pechos…
Se marchitaron más flores de las que había en el jardín…
Mi amarte es una catedral de silencios elegidos,
Y mis sueños una escalera sin principio pero con fin…Fragmento -Hora Absurda–
Fernando Pessoa
TRIBUTO A LAS VÍCTIMAS ANCIANAS DEL Covid
No se ha apagado jamás
la mirada oculta
de sus casas deshabitadas.
No ha cesado jamás
el ruido
de esas habitaciones
que han quedado estáticas,
las imágenes se suceden
como sombras derramadas,
algunas sombras
han muerto asfixiadas,
abandonadas
en la profundidad de los estantes.
No ha cesado jamás
el ruido,
la humedad
colándose por las paredes,
algunos cuadros
han perdido la alegría
de sus rostros
borrados por el tiempo
implacable,
la herida de la memoria
permanece
y la sangre
estampada en las puertas
se seca poco a poco,
ha sido la llegada
y la comunión del profeta
el último tiempo de las profecías,
ellas han venido
para arrancarlos
de las raíces de la vida,
sus ventanas
quedaron cerradas
para siempre
y sus perros dormidos,
nadie les avisó
que el enemigo llegaba sigiloso
para llevarlos,
la historia
contempló con tristeza
como se le arrancaban
de sus ramas
los vástagos antiguos,
aquellos que trabajaron
y sembraron las tierras,
aquellos que acunaron
y abrazaron a sus hijos,
hay un tributo de dolor
tiñendo sus tiempos
y ni siquiera
el torrente
de las lágrimas del mundo
ha conseguido redimirlos.
No estábamos preparados
para el dolor que nos trajo
el año bisiesto
de los mellizos.
366 días
que rendirán
pleitesía
mucho más al diablo
que a Dios
por el dolor generalizado.
No estábamos preparados
para contemplar
el umbral vacío
de los caminos ancianos
y ahora se escucha el eco intermitente
de la soledad macabra,
el tiempo derribará
sus casas
pero sus historias
permanecerán escritas
con dolor
en la peor página que vivió la vida,
porque el final no fue
ni un beso
ni un abrazo
tampoco un instante
de despedida,
el final solo fue
una sala aséptica
que les arrebató
la vida.
Supimos que sus finales
no fueron buenos,
como si algún final de vida
lo fuese,
pero quizás lo único
que realmente anhelaron ellos
fue contemplar los rostros
<por última vez>
de aquellos
a los que alguna vez
les otorgaron
la vida,
sus hijos,
sus hijos,
sus hijos.
Duele el cielo encapotado
y el vuelo
de los pájaros perdidos,
no sé si alguna vez
podremos sanar
el dolor de los nidos antiguos vacíos,
las casas de los abuelos
se desmoronan poco a poco
sin puertas y sin pisos.
Mientras la historia
escribe el dolor
con la sangre del tiempo
y firma sobre el final,
2020
el año en que a todos
de alguna manera u otra
se nos arrebató
el latido.
Berkanaluz
Imagen de la red
Autora de la fotografía -Pianista Olivera Radmanović-

HORA DE LA CENIZA
-ROQUE DALTON-